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Presentación de Sergio Gómez Chavez

16 de mayo de 2014 

"El descubrimiento y la exploración del túnel bajo el Templo de la Serpiente Emplumada en Teotihuacán. Premisas de investigación y primeros resultados"

Para los pueblos mesoamericanos que encontraron los españoles a su llegada al Nuevo Mundo Teotihuacán era un mito y una realidad. Obviamente para los viajeros que atravesaban por aquellas tierras llanas, las pirámides y muchas de las construcciones que todavía se podían ver eran sagradas, porque habían sido hechas por la gente de antes, por los “gigantes” en los tiempos inmemoriales. “Teotihuacán [era], pues, el lugar del nacimiento de una nueva era, la del Quinto Sol, cuando la humanidad fue regenerada y nuevos luminarios emprendieron su curso por el cielo. Los mexica dieron al lugar el nombre de Teotihuacán que significa, en náhuatl, “el lugar de los dioses” (Von Winning, 1971:14). O dónde se hacen los dioses, o las grandes historias…Como las del Proyecto Tlalocán dirigidos por Sergio Gómez, quien en 2002 comenzó los trabajos de conservación del Templo de la Serpiente Emplumada, sin imaginarse siquiera lo que iba a encontrar. 

     Los primeros hallazgos condujeron al equipo de arqueólogos a un sistema de drenajes clausurado intencionalmente por los teotihuacanos de forma ritual. En ellos se encontraron ofrendas y entierros. Según nos contó el arqueólogo Sergio Gómez el 16 de mayo de 2014, el día  de su presentación en el Taller “Signos de Mesoamérica”, se encontraban reconstruyendo el piso de dichos drenajes:

 

No podíamos evitar que el agua cayera en la Ciudadela, pero lo que sí se podía hacer era eficientar el sistema de drenaje…Estábamos en eso, cuando un día 2 de octubre de 2003…nos avisan que se ha hecho un agujero en la excavación…No sabíamos de qué se trataba, llegamos al lugar…y nos percatamos de está oquedad…(señala la pantalla que tiene detrás), de más o menos 83 cm. de diámetro, que se había formado por toda la lluvia…Rápidamente delimitamos el área y le pedí a mis trabajadores que consiguiéramos unas cuerdas y unas linternas, entonces despejamos un poco la tierra que se había caído…Logré descender hasta el fondo de esta oquedad…a 14 metros de profundidad…y es cuando me percato de la existencia del túnel…

 

…La arqueología, ciencia rica en hazañas producto de un corazón de aventurero y de la paciencia de un estudio juicioso, pero, principalmente, de ese hilo misterioso que es el azar. 

           Cuando Sergio Gómez alumbró uno de los recovecos de las paredes del fondo del agujero, se dio cuenta que un halo de luz se filtraba muy lejos…106 metros, donde, hasta la fecha,  se han encontrado cerca de 70 mil objetos, desde bastones de mando hasta ofrendas y semillas, pasando por esqueletos de jaguares y extrañas esferas metálicas de distintos tamaños, “que hubo quién  aseguraba que eran huevos de extraterrestre por los que volverían en 2012... pero ya era 2014 y nada...” Nos dijo entre risas Sergio, la mañana que nos tomaron esta foto,

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 lleno de felicidad, el día que nos llevó a conocer más de su empresa romántica de hundirse en la profundidad de todas las épocas de Teotihuacan, y nos habló de su ambición de recorrer la amplitud de aquella tierra desde lo profundo de sus entrañas. 

      El proyecto Tlalocan ha pasado a la historia de la arqueología. Al lado de Heinrich Schielmann, Howard Carter, John Lloyd Stephens, Alberto Ruz, Eduardo Matos, Antonio Caso, Rubén Cabrera…entre otros, ahora figura el nombre de Sergio Gómez Chavez.

       Los invitamos a ver la presentación, formarse su propia opinion y enviarnos sus comentarios. 

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